El ser humano es un ser social por naturaleza, que necesita relacionarse con los demás para satisfacer sus necesidades afectivas, emocionales y cognitivas. La familia es el primer grupo social al que pertenecemos y el que más influye en nuestra personalidad, valores y hábitos. Dentro de la familia, los niños aprenden a comunicarse, a expresar sus sentimientos, a resolver conflictos, a cooperar, a respetar y a querer.

La hora de comer, el mejor momento en familia

Uno de los momentos más importantes para fortalecer los vínculos familiares es la hora de la cena. Se trata de una oportunidad para compartir el día a día, para escuchar y ser escuchados, para divertirse y disfrutar de la comida. La cena en familia no solo nutre el cuerpo, sino también el alma.

Los beneficios de cenar en familia son muchos y variados. Algunos de ellos son:

  • Mejora la comunicación. La cena en familia permite conversar sobre lo que ha pasado durante el día, sobre los planes, las preocupaciones, las alegrías y las dificultades. Es una forma de estar al tanto de lo que les pasa a los demás y de ofrecer apoyo, consejo o simplemente compañía. La comunicación favorece la confianza, la comprensión y el respeto mutuo.
  • Fomenta la autoestima. Los niños que cenan en familia se sienten más queridos, valorados y seguros. Reciben elogios, reconocimiento y afecto por parte de sus padres y hermanos. Esto les ayuda a desarrollar una imagen positiva de sí mismos y a tener más confianza en sus capacidades.
  • Estimula el aprendizaje. La cena en familia es una ocasión para enseñar y aprender cosas nuevas. Los padres pueden aprovechar para transmitir conocimientos, valores, normas y tradiciones a sus hijos. Los niños pueden hacer preguntas, mostrar curiosidad, contar sus experiencias y opiniones. La cena en familia estimula el lenguaje, el pensamiento crítico, la creatividad y la cultura general.
  • Promueve la salud. La cena en familia implica comer alimentos saludables, variados y equilibrados. Los padres pueden dar ejemplo a sus hijos de cómo comer bien y de cómo disfrutar de la comida sin excesos ni carencias. Los niños que cenan en familia tienen menos riesgo de sufrir obesidad, diabetes, trastornos alimentarios o caries. Además, la cena en familia reduce el estrés, mejora el humor y favorece el sueño.
  • Refuerza los lazos afectivos. La cena en familia es un momento para demostrar amor, cariño y gratitud. Los padres pueden expresar lo orgullosos que están de sus hijos, lo mucho que les quieren y lo importantes que son para ellos. Los hijos pueden agradecer a sus padres todo lo que hacen por ellos, lo mucho que les quieren y lo felices que son con ellos. La cena en familia crea recuerdos imborrables que perduran en el tiempo.

¿Cómo puedo mejorar la cena en familia?

Te damos algunos consejos para mejorar la cena en familia y aprovechar al máximo este tiempo de calidad.

  • Planifica el menú con antelación. Es importante tener una idea de lo que vamos a cocinar y comprar los ingredientes necesarios. Así evitamos el estrés de última hora y podemos preparar platos saludables, variados y equilibrados. Podemos involucrar a los niños en la elección del menú y pedirles que nos ayuden a cocinar o a poner la mesa. De esta forma, les hacemos partícipes de la cena y les enseñamos hábitos alimentarios saludables.
  • Crea un ambiente agradable. La cena en familia debe ser un momento de relax, de alegría y de armonía. Por eso, debemos evitar las distracciones, como la televisión, el móvil o los videojuegos. También debemos evitar las discusiones, los reproches o las críticas. Podemos poner música suave, velas o flores para crear un ambiente acogedor y tranquilo.
  • Fomenta la conversación. La cena en familia es una oportunidad para hablar sobre lo que ha pasado durante el día, sobre los planes, las preocupaciones, las alegrías y las dificultades. Podemos hacer preguntas abiertas, mostrar interés, escuchar activamente y dar feedback positivo. También podemos contar anécdotas, chistes o historias para divertirnos y reír. La conversación favorece la confianza, la comprensión y el respeto mutuo.
  • Disfruta de la comida. La cena en familia no solo nutre el cuerpo, sino también el alma. Por eso, debemos comer con calma, saboreando cada bocado y apreciando los sabores, los aromas y las texturas. Debemos evitar comer en exceso o quedarnos con hambre. Debemos respetar los gustos y las preferencias de cada uno, sin obligar ni juzgar. Debemos agradecer la comida y el esfuerzo de quien la ha preparado.
  • Refuerza los lazos afectivos. La cena en familia es un momento para demostrar amor, cariño y gratitud. Podemos expresar lo orgullosos que estamos de nuestros hijos, lo mucho que les queremos y lo importantes que son para nosotros. Podemos agradecer a nuestros padres todo lo que hacen por nosotros, lo mucho que les queremos y lo felices que somos con ellos. Podemos dar abrazos, besos o palabras de ánimo. La cena en familia crea recuerdos imborrables que perduran en el tiempo.

Como ves, mejorar la cena en familia es posible y beneficioso para todos. Solo hace falta un poco de organización, de creatividad y de voluntad. Cenar en familia es mucho más que alimentarse. Es una forma de cuidar de nuestra salud física, mental y emocional. Es una forma de crear un hogar feliz, armonioso y unido. Es una forma de vivir mejor.