Los cuentos clásicos son historias que han pasado de generación en generación y que tienen un valor cultural, educativo y emocional. Los cuentos clásicos nos hablan de valores, de conflictos, de sueños, de miedos, de esperanzas y de soluciones. Los cuentos clásicos nos ayudan a comprender el mundo y a nosotros mismos.

Los cuentos clásicos son una de las mejores formas para apoyar el proceso de crianza de los niños en la actualidad porque:

  1. Estimulan la imaginación y la creatividad de los niños, lo que les permite desarrollar su pensamiento divergente y su capacidad de resolver problemas.
  2. Fomentan el hábito de la lectura y el gusto por la literatura, lo que les aporta beneficios cognitivos, lingüísticos y culturales.
  3. Favorecen el desarrollo emocional y social de los niños, ya que les permiten identificarse con los personajes, expresar sus sentimientos, desarrollar su empatía y su autoestima.
  4. Refuerzan los vínculos afectivos entre padres e hijos, ya que leer cuentos juntos es una actividad placentera, divertida y enriquecedora que genera momentos de comunicación, complicidad y confianza.

Los cuentos clásicos no solo son una herramienta para entretener a los niños

También podemos aprovechar para educarlos, es herramienta como un eje central en la formación de los niños, con dinámicas familiares, educativas y culturales. Por ejemplo:

  • Podemos crear un rincón de lectura en casa, donde tengamos una selección de cuentos clásicos adaptados a la edad y al interés de los niños. Podemos leer un cuento cada día o cada semana, según el tiempo y la disponibilidad que tengamos.
  • Podemos dialogar con los niños sobre el contenido de los cuentos, preguntándoles qué les ha gustado, qué les ha sorprendido, qué han aprendido, qué harían ellos en el lugar de los personajes, etc. Podemos aprovechar para transmitirles valores, normas, consejos y reflexiones sobre la vida.
  • Podemos realizar actividades relacionadas con los cuentos, como dibujar escenas o personajes, inventar finales alternativos, representar obras de teatro, hacer manualidades o disfraces, etc. Podemos involucrar a toda la familia o a otros niños en estas actividades para fomentar la cooperación y la diversión.
  • Podemos visitar lugares o eventos relacionados con los cuentos, como bibliotecas, librerías, museos, exposiciones, festivales, etc. Podemos ampliar nuestro conocimiento sobre los autores, las ilustraciones, las adaptaciones o las versiones de los cuentos en diferentes medios o culturas.

La lectura y de dialogo sobre los temas que nos plantean

Una forma muy efectiva de aprovechar los beneficios de los cuentos clásicos es conversar con los niños y niñas después de leerlos o verlos en peliculas, series o demás formas de adaptaciones ideales para cada edad. Podemos preguntarles qué les ha gustado más, qué personajes les han llamado la atención, qué situaciones les han parecido más divertidas o más tristes, qué han aprendido o qué harían ellos en lugar de los protagonistas. De esta manera, les ayudamos a reflexionar sobre las moralejas de los cuentos, sobre lo que está bien y lo que está mal, sobre las consecuencias de sus acciones y sobre las alternativas que tienen ante los problemas.

Los cuentos clásicos son un tesoro que tenemos a nuestro alcance para apoyar el proceso de crianza de nuestros hijos. Los cuentos clásicos nos ofrecen la oportunidad de compartir momentos inolvidables con nuestros hijos y de contribuir a su desarrollo integral como personas, con ello podemos educar a nuestros hijos e hijas en valores y en habilidades para la vida. No dejemos de leerlos y de disfrutarlos con ellos, porque nos harán crecer juntos como familia.

Libros de cuentos clásicos que te recomendamos

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