Todos los padres queremos que nuestros hijos tengan éxito en la escuela y aprendan todo lo que puedan. Sin embargo, a veces nos encontramos con que hay ciertas materias que se le dificultan más que otras, y no sabemos cómo apoyarlos. ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué podemos hacer para ayudarlos?

En primer lugar, hay que entender que los niños tienen diferentes talentos y habilidades, y que no todos aprenden de la misma manera ni al mismo ritmo. Algunos niños pueden tener más facilidad para las ciencias, otros para las artes, otros para los idiomas, etc. Esto no significa que unos sean más inteligentes que otros, sino que tienen distintos estilos de aprendizaje y preferencias.

Además, hay ciertas materias que por su naturaleza son más complejas y abstractas que otras, como las matemáticas, la física o la química. Estas materias requieren de un pensamiento lógico, analítico y deductivo, que no todos los niños han desarrollado aún. Por eso, es normal que algunos niños tengan más dificultades para entenderlas y aplicarlas.

Cuando esto ocurre, es importante que los padres y los educadores no caigan en el error de castigar, criticar o presionar a los niños. Esto solo generará frustración, ansiedad y baja autoestima en ellos, y les hará perder el interés y la motivación por aprender. Lo que necesitan es apoyo, comprensión y paciencia.

¿Cómo podemos brindarles ese apoyo?

Aquí te damos algunas recomendaciones:

  • Tutorías adicionales: Si tu hijo necesita refuerzo en alguna materia, puedes buscar un tutor o una academia que le ayude a repasar los conceptos, resolver las dudas y practicar los ejercicios. Es importante que el tutor sea alguien capacitado, paciente y empático, que se adapte al nivel y al ritmo de tu hijo.
  • Sentarse a hablar y escuchar: A veces, lo que tu hijo necesita es expresar cómo se siente con respecto a la materia que se le complica. Puede que tenga miedo de fallar, de decepcionarte o de ser rechazado por sus compañeros. Por eso, es bueno que le dediques tiempo para conversar con él, escuchar sus preocupaciones y emociones, y hacerle saber que lo quieres y lo apoyas incondicionalmente.
  • Acompañarlos en el desarrollo de sus deberes: Otra forma de apoyar a tu hijo es ayudarlo con sus tareas escolares. No se trata de hacerlas por él, sino de orientarlo, supervisarlo y motivarlo. Puedes crear un ambiente propicio para el estudio, establecer una rutina diaria, revisar su agenda, resolver sus dudas y elogiar sus esfuerzos.
  • Practicar junto a ellos: Una forma divertida y efectiva de ayudar a tu hijo a aprender es practicar junto a él. Puedes buscar juegos, actividades o experimentos relacionados con la materia que se le complica, y hacerlos juntos en casa. Así podrás reforzar sus conocimientos de una manera lúdica y creativa.
  • Libros de apoyo: Otra opción es buscar libros de apoyo que complementen lo que tu hijo aprende en la escuela. Pueden ser libros académicos o simplemente de educación suplementaria. Lo importante es que sean adecuados para su edad, su nivel y sus intereses. Puedes leerlos con él o dejar que los explore por su cuenta.

Estas son solo algunas ideas, pero hay muchas más formas de ayudar a tu hijo con las materias que se le complican. Lo importante es estar atento a sus necesidades, respetar su ritmo y estilo de aprendizaje, y fomentar su curiosidad y su confianza.

El nivel de interés que un padre muestra por la educación de sus hijos es proporcional al compromiso que los niños tienen con su propia formación.

  • Colabora con sus profesores: Es importante que mantengas una buena comunicación con los profesores de tu hijo, para conocer su progreso, sus dificultades y sus logros. Puedes preguntarles qué temas o áreas necesita reforzar tu hijo, qué metodología usan para enseñarlos, y qué recursos o estrategias te recomiendan para apoyarlo en casa.
  • Busca grupos de estudio: Otra forma de ayudar a tu hijo es buscar grupos de estudio con otros niños que tengan las mismas dificultades o intereses que él. Así podrá compartir sus dudas, sus experiencias y sus conocimientos con sus pares, y aprender de forma cooperativa y solidaria.
  • Celebra sus avances: No olvides reconocer y celebrar los avances y los logros de tu hijo, por pequeños que sean. Esto le dará confianza y seguridad en sí mismo, y le motivará a seguir esforzándose y aprendiendo. Puedes felicitarlo verbalmente, darle un abrazo o un beso, o premiarlo con algo que le guste o le ilusione.

Para concluir, recuerda que cada niño es diferente y único, y que debemos valorar y potenciar sus habilidades y no juzgarlos tanto por sus carencias. Además, recuerda que con amor y paciencia cualquier habilidad o destreza se puede enseñar. No te desanimes ni te rindas ante las dificultades. Tu hijo puede lograr todo lo que se proponga con tu ayuda.


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