La crianza de los hijos es una travesía emocionante y desafiante que nos presenta una variedad de situaciones que requieren nuestro juicio y habilidades de comunicación. Uno de los desafíos más complejos y delicados es abordar temas difíciles con nuestros hijos. A menudo, nos encontramos en situaciones en las que debemos hablar sobre eventos impactantes, cambios familiares o circunstancias delicadas que pueden afectar la estabilidad emocional de nuestros pequeños. En este artículo, exploraremos la importancia de mantener una comunicación abierta y honesta con los niños, así como la manera en que podemos utilizar estrategias específicas para tratar temas difíciles de manera comprensible y empática.

La Importancia de la Comunicación Abierta

La comunicación transparente es la base de una relación sólida y saludable entre padres e hijos. Cuando se trata de temas difíciles, como enfermedades, divorcios, pérdidas o cambios significativos, es fundamental que los niños se sientan escuchados y comprendidos. Ocultar información puede generar confusión, ansiedad e incluso desconfianza en los pequeños. En lugar de mantenerlos en la oscuridad, debemos esforzarnos por crear un ambiente en el que se sientan cómodos compartiendo sus preocupaciones y haciendo preguntas.

La Edad No Debe Ser un Obstáculo

A menudo, subestimamos la capacidad de comprensión de los niños debido a su edad. Sin embargo, los niños tienen una sorprendente habilidad para asimilar información si se presenta de manera adecuada para su nivel de desarrollo. En lugar de subestimarlos, podemos adaptar nuestra comunicación a su nivel de comprensión. Utilizar un lenguaje claro y sencillo, y estar dispuestos a responder preguntas, es esencial para garantizar que los niños entiendan la situación en la medida de lo posible.

Estrategias para Abordar Temas Difíciles

  • Preparación Personal: Antes de hablar con nuestros hijos sobre un tema difícil, es importante que los padres se tomen un tiempo para procesar sus propias emociones y pensamientos. Esto permitirá que la conversación sea más estructurada y tranquilizadora.
  • Escucha Activa: Invitar a los niños a compartir sus pensamientos y sentimientos puede ayudarles a sentirse más involucrados en la situación. Escuchar atentamente y sin juzgar les dará la confianza para expresar sus preocupaciones.
  • Elección de Palabras: Adaptar nuestro lenguaje a la edad y nivel de comprensión del niño es esencial. Utilizar metáforas, ejemplos concretos y términos simples puede hacer que temas complicados sean más accesibles.
  • Validación de Emociones: Reconocer y validar las emociones que los niños puedan experimentar frente a un tema difícil es fundamental. Validar sus sentimientos les ayuda a sentir que sus emociones son aceptables y comprensibles.
  • Proporcionar Espacio para Preguntas: Animar a los niños a hacer preguntas y expresar sus dudas puede ser fundamental para que entiendan plenamente la situación. Estar preparado para responder de manera honesta y tranquila es esencial.

Involucrando a los Niños en la Solución

En ciertas circunstancias, es beneficioso involucrar a los niños en la búsqueda de soluciones. Algunos temas difíciles pueden requerir decisiones que afecten a toda la familia, y tener en cuenta las opiniones y puntos de vista de los niños puede generar un sentido de pertenencia y control en situaciones que pueden parecer abrumadoras.


Hablar con nuestros hijos sobre temas difíciles no es solo un desafío, sino también una oportunidad para fortalecer los lazos familiares y promover la empatía y la comprensión. Una comunicación abierta, honesta y adaptada a la edad de los niños puede marcar la diferencia en su capacidad para enfrentar situaciones difíciles con confianza y resiliencia. Al involucrar a los niños en la conversación y fomentar su participación en la búsqueda de soluciones, les estamos brindando las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos de la vida de manera constructiva y positiva.