¿Qué pasa cuando un padre o una madre engaña a su pareja y los hijos se enteran?

¿Cómo afecta esto a la imagen que tienen de su progenitor y a su desarrollo emocional? ¿Qué consecuencias puede tener para la familia y la convivencia? Estas son algunas de las preguntas que surgen cuando se enfrenta una situación tan dolorosa y compleja como el engaño en la pareja.

La vida adulta y las relaciones de pareja son difíciles y requieren de mucho esfuerzo, comunicación, respeto y compromiso. Cuando se vive en pareja y se tiene una relación en la que hay hijos de por medio, estos aspectos se vuelven aún más importantes, ya que no solo se trata de la felicidad de los adultos, sino también de la de los niños, que dependen de sus padres para crecer sanos y seguros.

Los padres son el primer modelo de referencia para los hijos, son quienes les enseñan los valores, las normas, las actitudes y las conductas que deben tener en la vida. Los hijos suelen admirar e idealizar a sus padres, y quieren parecerse a ellos. Por eso, cuando uno de los padres engaña a su pareja, el concepto que tienen los hijos de su progenitor se fractura, y se produce una gran decepción y confusión.

El engaño es una forma de traición, de mentira, de falta de respeto y de amor. Cuando los hijos se dan cuenta de que uno de sus padres ha engañado al otro, pueden sentir que también les ha engañado a ellos, que no les ha querido lo suficiente, que ha preferido a otra persona que a su propia familia, que les ha dado la espalda. Esto puede generar en los hijos sentimientos de rabia, tristeza, culpa, vergüenza, miedo e inseguridad.

Además, el engaño puede afectar a la relación entre los padres y los hijos, ya que puede provocar un rechazo o un alejamiento del padre o madre infiel, o una sobreprotección o una alianza con el padre o madre engañado. Esto puede romper el equilibrio familiar y generar conflictos y tensiones. Los hijos pueden sentir que tienen que elegir entre sus padres, o que tienen que tomar partido por uno u otro. También pueden sentir que tienen que ocultar sus emociones o sus opiniones para no herir o molestar a nadie.

El engaño también puede tener consecuencias negativas para el desarrollo emocional y social de los hijos. Los hijos pueden perder la confianza en sus padres, en sí mismos y en los demás. Pueden tener dificultades para expresar y regular sus emociones, para relacionarse con otros niños o adultos, para rendir en el colegio o para disfrutar de las actividades cotidianas. Pueden desarrollar problemas de autoestima, de ansiedad, de depresión o de conducta.

Por todo esto, es importante que los padres sean conscientes del impacto que puede tener el engaño en sus hijos y en la familia. Si bien nadie debe estar obligado a vivir en pareja con alguien que no desea, hay alternativas para evitar el mayor daño posible, como la terapia de pareja, el tiempo y el espacio en la relación o el divorcio. Pero el engaño no es algo realmente aceptable, ya que dice mucho de uno como persona cuando cae en algo tan superficial como una aventura. Y más aún cuando se es padre o madre, especialmente en épocas tempranas de la infancia.

Los padres deben asumir su responsabilidad y tratar de reparar el daño causado por el engaño. Deben ser honestos con sus hijos y explicarles lo ocurrido con palabras adecuadas a su edad y sin entrar en detalles innecesarios. Deben respetar el ritmo y las reacciones de sus hijos y darles espacio para expresar sus sentimientos y preguntas. Deben evitar involucrar a sus hijos en sus problemas o conflictos conyugales y protegerlos de cualquier situación violenta o agresiva. Deben mantener una buena comunicación y cooperación entre ellos como padres y garantizar el bienestar y la estabilidad de sus hijos. Y deben buscar ayuda profesional si lo necesitan.

¿Qué pasa si los hijos no perdonan al padre infiel?

El perdón es un proceso personal y voluntario que implica dejar ir el rencor, la culpa y el deseo de venganza, y aceptar lo ocurrido sin justificarlo ni olvidarlo. El perdón no significa reconciliarse con el padre infiel ni aprobar su conducta, sino liberarse del dolor y recuperar la paz interior.

El perdón es beneficioso tanto para el que perdona como para el perdonado, ya que favorece la autoestima, la confianza, la empatía, la comunicación y la convivencia. El perdón también ayuda a prevenir o reducir los problemas psicológicos asociados al engaño, como la depresión, la ansiedad, el estrés o la agresividad.

Sin embargo, el perdón no es fácil ni automático, sino que requiere de tiempo, de madurez, de comprensión y de disposición. No se puede forzar ni exigir a los hijos que perdonen al padre infiel, sino que se debe respetar su proceso y su decisión. Algunos hijos pueden perdonar al padre infiel con más facilidad que otros, dependiendo de su edad, de su personalidad, de su relación previa con el padre, de las circunstancias del engaño y de las actitudes de los padres.

Los padres pueden facilitar el perdón de los hijos si muestran arrepentimiento, si piden disculpas, si asumen las consecuencias de su acto, si cambian su conducta, si demuestran amor y respeto por sus hijos y por su pareja, si no vuelven a engañar y si buscan ayuda profesional si lo necesitan. Los padres también pueden ayudar a los hijos a perdonar si les escuchan, si les apoyan, si les validan sus emociones, si les explican las razones del engaño sin culparlos ni culparse, si les dan ejemplos positivos de perdón y si les enseñan a perdonarse a sí mismos.

El perdón es un regalo que los hijos pueden hacerse a sí mismos y a su padre infiel, pero no es una obligación ni una condición para seguir adelante. Los hijos pueden decidir no perdonar al padre infiel y seguir viviendo con dignidad y felicidad. Lo importante es que los hijos no se queden atrapados en el pasado ni en el resentimiento, sino que se centren en el presente y en el futuro, y que busquen su propio bienestar y el de su familia.

El engaño es una experiencia traumática para toda la familia, pero no tiene por qué ser determinante ni irreversible. Con amor, respeto, comprensión y apoyo, los padres y los hijos pueden superar esta situación y reconstruir su relación y su autoestima.


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