Dibujo para colorear
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Fabula sobre la vanidad
En un remoto pueblo, había una joven llamada Valentina, quien desde su nacimiento había sido bendecida con el don de la belleza y otras habilidades. A medida que crecía, era habitual que escuchara halagos de familiares y amigos, quienes elogiaban su gracia y encanto. Valentina, con sus ojos azules como el cielo despejado, cejas perfectas y cabello negro y voluminoso, era el epítome de la belleza femenina juvenil.
Cuando Valentina cumplió doce años, recibió de sus padres un juego de accesorios para su tocador, el cual incluía un peine, algunas escarchas de colores y un bello espejo de mano con bordes dorados. Este último se convirtió rápidamente en su posesión favorita, llevándolo consigo a todas partes.
Sin embargo, al mismo tiempo que Valentina se deleitaba en su apariencia, sus notas escolares comenzaron a decaer. Su rendimiento académico empeoraba cada día, y sus profesores atribuían esto al hecho de que Valentina no prestaba atención en clase, demasiado ocupada contemplándose a sí misma en el espejo, buscando reafirmar su belleza ya conocida.
A pesar de los ruegos de sus padres para que se enfocara más en sus estudios, Valentina se consumía en su vanidad. Poco le importaba el colegio y sus responsabilidades, confiada en que con su belleza su futuro estaría asegurado. Sabía que podía lograrlo todo, pues con simplemente pedirlo, las personas le ofrecían regalos y cumplían sus deseos.
Cierto día, mientras Valentina retornaba a su hogar, se encontró con un sendero que se adentraba en el bosque. Absorta en su propia imagen reflejada en el espejo, no notó cómo cada paso la llevaba más profundamente entre los densos árboles. Solo cuando estuvo rodeada de arbustos espinosos y enmarañados, se dio cuenta de su situación.
Desesperada por escapar, Valentina luchó por salir, pero las espinas rasgaron su ropa y arañaron su rostro. Su piel resultó lastimada y su pelo, estropeado. Después de horas de lucha, logró salir, dejando atrás su amado espejo entre los matorrales.
Cuando finalmente regresó a casa, su aspecto era irreconocible. Sus compañeros y amigos ya no la trataban de la misma manera, pues su belleza había desaparecido y le llevaría mucho tiempo recuperarse. Fue entonces cuando Valentina comprendió que sus acciones le habían costado todo. Ahora que ya no era bonita, solo podía destacar de otra manera: siendo una mejor hija, una mejor estudiante y, en consecuencia, una mejor persona.
Moraleja:
La verdadera belleza reside en el interior y la vanidad puede cegarnos ante las verdaderas riquezas de la vida. La obsesión por la apariencia externa puede llevarnos a perder lo más valioso que poseemos: nuestra integridad, bondad y sabiduría.
Datos adicionales
Autor: Original de Mi libro de cuentos
Edades: Recomendado a partir de 6 años
Valores principales: El precio de la Vanidad
