Para un recién nacido, la percepción del mundo no es una experiencia fluida como la de un adulto; en cambio, es una sinfonía de sensaciones que se construye a través de un complejo proceso de estímulo y respuesta. Cada sonrisa, balbuceo y movimiento de sus pequeñas manos es una manifestación de esta intrincada red neuronal que se teje en tiempo real. Este artículo te guiará a través del fascinante desarrollo sensorial de tu bebé durante su primer año de vida.

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