Hermosa ilustracion del cuento infantil El Vendedor de Juguetes, un cuento de navidad

Dibujo para colorear

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El vendedor de juguetes un Cuento de Navidad para niños

Era diciembre, y en la gran plaza de la ciudad de México, los puestos de juguetes llenaban el Zócalo con colores, luces y alegría. Había juguetes de madera, de barro y de metal, todos decorados con paciencia y mucho amor. Entre ellos, destacaba un pequeño puesto humilde, con una mesa cubierta por un mantel blanco.

En el centro de este puesto, brillaba un hermoso Niño Dios de pasta, con cabellos dorados, ojos oscuros y una túnica azul. Parecía tan real que todos los niños se detenían a mirarlo.

El puesto era atendido por un hombre, su esposa y su hija Angelita. Angelita, con sus ojos grandes y su corazón puro, se había enamorado del Niño Dios desde el primer día que su padre lo trajo. Cada vez que alguien preguntaba por él, ella contenía el aliento, temiendo que lo compraran y se lo llevaran.

Una noche, su papá le dijo:

—Angelita, creo que mañana deberás quedarte en casa con mamá.

Angelita entendió que su papá quería protegerla de la tristeza de perder al Niño, pero eso no hizo que lo amara menos. Todas las noches, cuando su papá regresaba del mercado, Angelita buscaba al Niño en la caja de juguetes, lo tomaba entre sus manos y lo abrazaba con todo su corazón.

Llegó la víspera de Nochebuena. El padre de Angelita estaba preocupado. Las ventas habían sido malas, y apenas le alcanzaba para comprar la cena. Mientras cenaban, Angelita escuchó a sus padres hablar:

—Si logro vender el Niño Dios mañana, podré comprar una piñata para Angelita y todo lo necesario para nuestra cena navideña —dijo su papá con tristeza.

Angelita sintió un nudo en la garganta. Amaba a ese Niño Dios como si fuera parte de su familia. Con lágrimas en los ojos, le rogó a su papá:

—¡Por favor, papá, no lo vendas!

El padre acarició la cabeza de Angelita y trató de consolarla:

—Pequeña, si lo vendemos, podremos celebrar la Navidad como tú mereces.

Angelita intentó ser fuerte y dijo que lo entendía, pero en su corazón estaba muy triste.

Al día siguiente, el papá de Angelita llevó al Niño al mercado y, aunque le dolía, terminó vendiéndolo. Con el dinero, compró una piñata, farolitos, comida para la cena y dulces para Angelita. Cuando regresó a casa, puso todo en la mesa y llamó a Angelita.

—¡Mira lo que traje para nuestra Nochebuena! —dijo con alegría.

Angelita sonrió, pero en su interior sentía un vacío. Le pidió permiso para dormir un rato antes de la cena. Sus padres aceptaron y continuaron preparando todo para la celebración.

Cuando llegó la hora de cenar, intentaron despertarla, pero Angelita no respondió. Su pequeño corazón, lleno de amor y tristeza, había dejado de latir mientras soñaba con su adorado Niño Dios.

Esa Nochebuena fue diferente para su familia. Aprendieron que el verdadero espíritu de la Navidad no está en los regalos ni en las cosas materiales, sino en el amor y en los momentos compartidos con quienes más queremos.

Desde entonces, cada vez que una estrella brillante aparece en el cielo en Nochebuena, dicen que es Angelita, cuidando a su familia con su amor puro y eterno.


Moraleja:

“El vendedor de juguetes” nos enseña que el verdadero valor de las cosas no radica en lo material, sino en el amor y el significado que les damos, especialmente en el corazón puro e inocente de un niño. Angelita nos recuerda la importancia de la conexión emocional y cómo los lazos familiares y el cariño genuino trascienden cualquier objeto o festividad. A través del sacrificio y las decisiones difíciles, el cuento también nos invita a reflexionar sobre la empatía y la necesidad de considerar los sentimientos de quienes amamos. En última instancia, esta historia resalta que el espíritu de la Navidad no está en los adornos ni en los regalos, sino en la unión, la bondad y el amor desinteresado que compartimos con quienes nos rodean..

Datos adicionales

Origen: Tradición oral y literaria mexicana
Edades: Recomendo a partir de 3 años
Valores principales: El amor verdadero trasciende lo material