¿Sabías que trasnochar puede afectar seriamente la salud y el bienestar de tus hijos?
En este artículo te contamos lo perjudicial que es para los niños acostarse tarde y no dormir lo suficiente, y te damos algunos consejos para ayudarlos a tener un sueño de calidad.
Los niños suelen querer quedarse despiertos hasta tarde horas de la noche debido a que pueden sentir que aún tienen energía o por otros estímulos como la televisión o las pantallas, pero los padres deben saber lo perjudicial que es para ellos acostarse tarde y no dormir lo suficiente. El sueño no solo es reparador, es indispensable para su desarrollo físico y mental, así como para su óptimo rendimiento académico.
¿Qué pasa cuando los niños no duermen bien?
Según diversos estudios, la falta de sueño puede provocar:
- Problemas de atención, memoria y concentración, lo que dificulta el aprendizaje y el rendimiento escolar.
- Alteraciones del estado de ánimo, como irritabilidad, ansiedad o depresión.
- Mayor riesgo de obesidad, diabetes, hipertensión y otras enfermedades crónicas.
- Debilitamiento del sistema inmunológico, lo que los hace más propensos a enfermarse.
- Trastornos del crecimiento y del desarrollo hormonal.
Por ello, es fundamental educarlos desde pequeños a tener buenos hábitos del sueño y enseñarles a tener límites adecuados en el descanso. ¿Cómo hacerlo? Aquí te damos algunas ideas:
- Establece una rutina nocturna que incluya actividades relajantes, como leer un cuento, escuchar música suave o hacer ejercicios de respiración.
- Evita que los niños consuman cafeína, azúcar o alimentos pesados antes de dormir, ya que pueden interferir con el sueño.
- Apaga todos los dispositivos electrónicos al menos una hora antes de acostarse, ya que la luz azul que emiten puede alterar el ritmo circadiano y retrasar la producción de melatonina, la hormona del sueño.
- Crea un ambiente propicio para el sueño, con una temperatura adecuada, poca luz y poco ruido.
- Respeta los horarios de sueño de los niños, tanto en días laborables como en fines de semana. Lo ideal es que los niños duerman entre 9 y 11 horas por noche, dependiendo de su edad.
Otros consejos para mejorar el sueño de tus hijos
- Fomenta el ejercicio físico durante el día, pero evita que sea demasiado intenso o cercano a la hora de dormir.
- Controla la exposición a la luz natural durante el día y la noche. La luz natural ayuda a regular el ciclo del sueño, por lo que es bueno que los niños reciban luz solar por la mañana y eviten la luz artificial por la noche.
- Evita las siestas largas o tardías, ya que pueden afectar el sueño nocturno. Si tu hijo necesita una siesta, procura que sea corta (menos de 30 minutos) y antes de las 3 de la tarde.
- Consulta con tu pediatra si tu hijo tiene algún problema médico o psicológico que pueda interferir con el sueño, como apnea del sueño, alergias, asma, ansiedad o estrés.
Siguiendo estos consejos, podrás ayudar a tus hijos a dormir mejor y a disfrutar de todos los beneficios que el sueño les brinda. Recuerda que el sueño es una necesidad básica para el crecimiento y el desarrollo de los niños, y que un buen descanso es sinónimo de salud y felicidad. ¡No lo descuides!
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