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Dibujo para colorear del cuento El origen de tu nombre, La historia de un perrito Pitbull

Dibujo para colorear

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El cuento: El Origen de tu Nombre

El barrio donde vivía Boni era un lugar de calles estrechas y casas apiñadas, con paredes descascaradas por el tiempo. Allí, entre el ruido de los autos y el olor a comida callejera, la perra pitbull de pelaje color miel y ojos tristes pasaba sus días atada a una cadena oxidada en el patio trasero de una casa abandonada a medias. Su dueño, un hombre de manos gruesas y mirada fría, la había recogido de la calle meses atrás con una promesa falsa de hogar.

Al principio, Boni creyó en esa bondad. Le ladraba alegremente cuando llegaba, moviendo la cola con esperanza. Pero pronto descubrió la verdad: las noches en que el hombre la llevaba a un callejón oscuro, donde otros humanos gritaban y apostaban mientras perros hambrientos se enfrentaban hasta sangrar. Ella, que solo quería proteger a su cachorro escondido entre las cajas viejas del patio, luchaba no por instinto, sino por miedo.

—Si pierdes, no comes —le gruñía el hombre, arrojándole un trozo de carne podrida después de cada pelea.

Boni guardaba siempre un poco para su cría, un cachorro pequeño de patas torpes y pelaje blanco con manchas café, al que llamaba Luz en sus pensamientos, porque era lo único brillante en su mundo.

El secreto del cachorro

El pequeño Luz no entendía por qué su madre volvía con heridas nuevas cada noche. Tampoco sabía por qué debía esconderse entre las sombras, pero obedecía. Su único consuelo era el loro Plumas, un ave verde y parlante que vivía en el árbol del vecino.

—Los humanos no son todos malos —le decía Plumas, balanceándose en una rama—. A mí me capturaron una vez, pero otros me salvaron.

—¿Cómo sabré cuáles son buenos? —preguntaba Luz, inclinando la cabeza.

—Los buenos no usan cadenas —respondía el loro con solemnidad.

Una tarde, mientras el hombre no estaba, Luz se atrevió a explorar más allá de las cajas. Corrió por el patio, husmeando latas vacías y trozos de tela rasgada, hasta que encontró algo que lo dejó paralizado: un collar roto con una chapa que decía “Boni”.

—¿Ese es tu nombre, mamá? —preguntó, llevándolo entre sus dientes pequeños.

Boni lo miró con tristeza.

—Es el nombre que me dio él. Pero antes… antes tuve otro.

No pudo terminar. El portazo de la entrada los alertó. El hombre volvía, y esta vez traía a otro perro, más grande, con cicatrices en el hocico.

La noche que todo cambió

Boni perdió la pelea. Sangraba de una oreja y cojeaba, pero el hombre, en lugar de ayudarla, la arrastró hasta la jaula y empezó a golpearla con un palo.

—¡Inútil! —gritaba.

Luz, temblando de miedo, sintió algo que nunca antes había sentido: rabia. Corrió hacia el hombre y le clavó los dientes en el tobillo. El hombre apenas sintió el pellizco, pero al ver al cachorro, su rostro se deformó en un gesto cruel.

—¡Tú no existes! —rugió, agarrándolo por el lomo y lanzándolo por encima de la barda.

El mundo giró. Luz cayó sobre el pavimento, sintiendo un dolor agudo en una pata. Intentó levantarse, pero el miedo lo paralizó. Entonces recordó las palabras de Plumas“Los buenos no usan cadenas”. Con un gemido, arrastró su patita lastimada hacia el parque.

El rescate

Plumas lo encontró jadeando bajo un banco. El loro no perdió tiempo. Voló hasta el balcón de la familia Morales, donde solían dejarle frutas, y empezó a graznar:

—¡Ayuda! ¡Cachorro! ¡Ayuda!

Los Morales, una pareja joven con una niña pequeña, siguieron al ave hasta el perrito herido.

—Pobre criatura —susurró la mujer, envolviéndolo en una manta.

—Debe tener dueño —dijo el hombre, pero Plumas picoteó su mano y voló hacia la casa del maltratador.

La policía llegó esa misma noche. Boni, malherida en su jaula, levantó la cabeza cuando escuchó los ladridos de Luz. Los agentes arrestaron al hombre y rompieron la cadena que la sujetaba.

El nuevo nombre

En la clínica veterinaria, mientras curaban sus heridas, la niña de la familia Morales acarició la cabeza del cachorro.

—¿Cómo te llamas? —preguntó.

Luz movió la cola. No tenía nombre… hasta ahora.

—Antonio —dijo el padre, sonriendo—. Como el santo que protege a los animales.

Boni, ahora limpia y con vendas frescas, lamió la cara de su cría. Por primera vez en mucho tiempo, sintió paz.


Los Morales construyeron una casita en su jardín para Boni y Antonio. Plumas los visitaba cada tarde, contando historias de otros animales rescatados.

—¿Sabes? —le dijo un día el loro a Antonio—. Los nombres no se eligen al azar. Antonio significa “valiente”.

El cachorro miró a su madre, que dormitaba al sol.

—Y Boni… ¿qué significa?

Buena —respondió Plumas—. Porque ella siempre eligió serlo, a pesar de todo.

FIN


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Flipbook del Cuento: El Origen de tu Nombre

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Moraleja:

El cuento de “El origen de tu nombre” nos enseña varias lecciones muy importantes sobre la valentía, la amistad y el poder de la bondad. La historia de Boni y su cachorro nos muestra que, incluso en las situaciones más difíciles, siempre hay esperanza. La moraleja principal es que la valentía no es solo ser fuerte, sino también tener un corazón valiente para pedir ayuda y para defender a quienes amas. El lorito, un animal pequeño, es muy valiente al buscar ayuda y al guiar a los humanos para salvar al cachorro y a Boni. Esto nos enseña que todos, sin importar qué tan grandes o pequeños seamos, podemos ser héroes si actuamos con bondad. También nos muestra que la amistad puede venir de los lugares más inesperados y que la bondad de algunas personas puede cambiar por completo una vida.

Datos adicionales

Autor: Original de Mi libro de cuentos
Edades: Recomendo para padres e hijos
Valores principales: Valentía, Amistad, Lealtad, Amor, Resiliencia, Esperanza, Compasión, Generosidad.